Era el mes de mayo de los años noventa, un día caluroso como lo es Iquitos, los pájaros advertían la presencia de un nuevo día, los gallos cantaban mismo marco que esta en la cárcel; y en la zona populosa del distrito de Belén vive Octavio Calaña, joven trabajador que se dedica a la venta de aguardiente de caña; esa mañana Octavio durmió como un rey en su imperio, ni siquiera el calor sofocante de la mañana lo despertaba, su cuerpo sudaba pero él seguía en los brazos de Morfeo.
El grito de las vendedoras del mercado Belén despertaron al joven Octavio, las señoras vendían masato y ponche con malta. Una vez despertado Octavio, la sonrisa se dibuja en su rostro, su felicidad era única, su despertar fue lo más hermoso que haya pasado en su vida, pues Octavio había soñado con Antuane, mujer muy hermosa de unos 25 años de edad y una mirada de felina que embrujaba a todo mortal que miraba sus hermosos ojos azules. Antuane es hija de Don Eudoro Oxenfoor, hombre dedicado al comercio Internacional en la ciudad de Iquitos.
Antuane es una chica universitaria que estudia ingeniería Química, y todas las mañanas pasa por la venta de aguardiente de Octavio. Cada vez que lo mira, éste da un suspiro, tan pero tan profundo que se queda sin respiración al ver su escultural cuerpo; él siempre dijo que algún día llegaría siquiera a ser amigo de Antuane. Octavio lo tomaba como algo inalcanzable en su vida por su condición humilde y decía que ella nunca se interesaría en él.
De esta manera siempre a la hora de dormir se persignaba porque es muy creyente de las Santas escrituras, y pedía a su Dios Todopoderoso que algún día Antuane se fijara en él como el hombre de su vida, era el sueño diario y religioso que tenia Octavio, y despertaba siempre con una sonrisa en los labios al soñar con su amada.
Una mañana del mes de junio, vísperas a la fiesta patronal de San Juan, Octavio decide seguir a la mujer que le quita el sueño, pues, ella pasaría a las 9.00 a.m. con destino a la universidad, decide cerrar su local y seguirla por todo el jirón prospero; Antuane caminaba por la vereda del lado izquierdo y Octavio por la derecha, la iba observando por donde se dirigía, de pronto se detiene en un local y entra, Octavio lee el letrero del local y decía –Café Express-, decide pasar de frente y mira por la ventana; ella pedía un café y unas tostadas.
Octavio decide esperarla en la plaza de armas, ubicada a pocos metros del local; espero unos 30 minutos, al cabo de un momento, su escultural cuerpo se pasea por la plaza y él la mira atónito mientras caminaba con destino a la universidad, hasta donde llego y entro a su aula. Octavio decide regresar a su casa para abrir su negocio.
Así, transcurrían los días de Octavio entre los aguardientes y la imagen de su musa Antuane; una mañana un vecino va a comprar una botella de aguardiente, y Octavio con el carisma que lo caracteriza lo atiende gustosamente, en ese instante Don Joshe, su vecino, le dice: Oye Octasho por qué no postulas al universidad, tu eres un buen negociante, por que no estudias administración y luego pones tu bar, y le pones de nombre – Las 7 maravillas de Belén – ja,ja,ja,ja,ja,ja, y el tío con esas palabras se retira y Octavio se queda pensando, que si ingresaba a la universidad podría ver a su bella mujer todos los días.
Así, él conversa con su madre Doña Amelia y decide postular a la universidad, todo por ver a su amada, es allí donde Octavio entusiasmado por ingresar a la universidad se dedica mañana, tarde y noche a la venta de su aguardiente para así poder solventar los gastos de su postulación. Con ese motivo, más que suficiente llega a ingresar a la Facultad de Administración y busca como intercambiar palabras con Antuane, pero con tristeza se entera por medio de una amiga de ella, que Antuane había viajado, desesperado comienza a indagar con sus compañeros sobre su paradero, pero nadie le brinda mayor información.
Los días para Octavio no tenían sentido, no quería seguir asistiendo a la universidad, sus días llegarían a ser largos, los minutos interminables, su vida no tenia sentido. Pero recuerda que una vez, ella asistió a un local donde vendían café y sin perder mucho tiempo se dirige al local, tal vez allá había una respuesta sobre Antuane. Al llegar al lugar encuentra a Don Eudoro, padre de Antuane, Octavio se sienta y pide un café y mira al padre de ella conversando con un señor canoso, medio calvo, con lentes, de nombre Jhon Saacher; motivado por querer saber de ella, no se atreve a preguntar sobre su paradero.
Al día siguiente, Octavio pasa por el local y encuentra al señor Jhon, tomando su café y fumando un cigarro completamente solo. Entra al local y pide un café, se sienta al costado del señor Jhon y le pregunta, ¿usted es amigo del señor Eudoro?, el responde con una sonrisa y dice: si hijo; tu debes ser Octavio. Él sorprendido, responde; si soy yo, y pregunta ¿Cómo sabe mi nombre? Y Jhon responde; Eudoro me hablo mucho de ti y el amor que tienes por Antuane; Octavio hace la pregunta de rigor a Jhon, le dice si sabe algo de Antuane, sabe usted donde esta……,Jhon con un suspiro responde, mira hijo, ella viajo a España a ver a su madre y al dirigirse a Madrid, el carro se volcó y perdió la vida. Octavio no lo podía creer, pregunto de nuevo a Jhon si es cierto lo que esta diciendo y le responde con un.a movida de cabeza afirmando el hecho.
Salió desesperado del local sin ni siquiera pagar el café, no sabia a donde ir. Llegó al malecón, las lagrimas se le salían, su corazón daba latidos rápidos y dolorosos, no podía hablar, parecía que sus labios estaban pegados, sentía que el mundo es injusto y con los ojos llorosos dijo: Puta mare, Dios, mataste el amor de mi vida ¿Así me prometiste que seria mi mujer para toda la vida?........eres un mentiroso de mierda.
Ese día, Octavio se compro unas dos cajetillas de cigarrillos y fumaba mencionando su nombre. Al día siguiente se refugio en el alcohol, llegó a un bar ubicado cerca al malecón – El Indomable – y en aquel lugar se encontraba el dueño un señor de 65 años, le pide una cerveza, el dueño le pregunta si quiere escuchar música, él dice si. Enciende su equipo y saca un CD, de Titulo, Los Últimos Clásicos, y pone la primera canción de los Doltons el Ultimo Beso y escucha la letra de la canción que decía: Esta es la historia de un muchacho que perdió a su amada y ruega al señor se lo lleve para reunirse con ella…………….por qué se fue y por qué murió por que el señor me la quito se ha ido al cielo y para poder ir yo debo también ser bueno para estar con mi amor…………………….con la letra de esa primera canción Octavio lloró como un niño, sus lagrimas caían en el vaso en el que tomaba su cerveza, cada canción que se escuchaba, él lo relacionaba con Antuane.
Las canciones seguían su curso y Octavio iba por la séptima cerveza. El dueño del bar lo mira y dice al joven, si desea puede cantar……Octavio acepta y dice al señor del bar, quiero que pongas la canción – Nunca más podre olvidarte – y la música comienza a sonar y Octavio con todo el aire de su pulmón comienza a cantar………………Nunca más podre olvidarte, aunque estés lejos de mi, muchachita de ojos tristes muchachita tú te fuiste, y jamás te volví a ver………………..yo te quiero a pesar que tu no estas y me muero en esta triste soledad………………….pero el seguía en llanto y entre tragos amargos y veintena de cigarros, decidió mejor dejar todo atrás y seguir estudiando para poder ser algo en esta vida.
El pensamiento de Octavio fue respaldado por sus estudios, pasaron cuatro años y termina la carrera, por ser buen estudiante le consiguen una beca de estudios para realizar una maestría en la Universidad de Barcelona en España, contento por la obtención de la beca lo cuenta a todo el barrio y a sus familiares, feliz por ese paso en su vida profesional, Octavio le dice a su mama, como me hubiera gustado que Antuane estuviera compartiendo conmigo estos triunfos, la madre dice: hijo mío ella te esta bendiciendo junto a Dios por tus triunfos.
Abril del año 2000, la Madre Patria esperaba a Octavio, para acogerlo en esa tierra, los amigos y familiares de él, lo desearon muchos éxitos en sus estudios de maestría y Octavio prometió volver dentro de tres años. Llego a España sin novedad, fue recibido por una delegación de la Universidad de Barcelona, y lo llevaron a su dormitorio que queda en la misma ciudad universitaria de dicha universidad; las primeras semanas de estudio fueron muy duras para Octavio, solo pensaba en su familia y se distraía con frecuencia y más que todo pensaba en Antuane, que había fallecido en dicho país.
El pensar en Antuene, también era un obstáculo en la concentración de sus estudios. El primer ciclo, Octavio, paso con buenas calificaciones, pero no se sentía a gusto con esas notas, así que decide estudiar y poner mayor responsabilidad a su maestría. Un domingo del mes de Octubre, como creyente religioso, asiste a misa en una iglesia cercana a la Universidad; luego del acto litúrgico, emprende una caminata con destino a tomar un café por la plaza de Barcelona.
Dando vueltas por la plaza española, encuentra un local, donde se vende café cappuccino, se sienta y ordena una taza, luego de leer el diario local, sus ojos se levantan y miran a una mujer muy hermosa y dice: No puede ser………….es parecida a la mujer que yo amé………………y con un grito fuerte llama…………ANTUANEEEEEEEEEE……………y la mujer hermosa voltea, lo mira y las se le comienza a caer de alegría y con voz medio entrecortada, dice: Octaviiooo. No lo podía creer, Octavio corrió hacia ella y con un beso en la frente, él dice; no estas muerta y ella con un susurro en el oído de Octavio, dijo; para ti no, pero para mi padre si. Unos minutos después aparece un niño de 5 años, y pregunta ¿mama quien es el chaval? Ella responde; mi amor es un amigo del Perú.
Octavio no lo podía todavía creer; ¿era todo un sueño? se pregunta. Luego conversando con Antuane, él le dice: por qué tu padre ha mentido, diciendo que tu estabas muerta, ella contesto: a mi padre no le gusta el que dirán. Octavio, dice, no entiendo, y ella cuenta que salió embarazada en el Perú, de su compañero de estudios, y al decirle a mi padre, él dijo que venia a España a ver a mama y que nunca vuelva al Perú y que no lo buscara jamás. Él y ella comenzaron a llorar y Octavio, también, conto lo que paso después de su partida.
Diciembre del mismo año, Octavio manda una carta a su madre, diciendo lo siguiente: Mamá, no lo vas a creer Antuane esta viva, sigue hermosa como siempre, tiene un nene de nombre Jairo, tiene 5 años, no se si todavía es un sueño, pero si lo es no quisiera despertar nunca; además de eso mamá me contrataron para dictar clases en la Universidad de Barcelona, estamos muy contentos con Antuane, por que ella también trabaja en una Empresa de Productos Químicos y su mamá es también un amor así como tú, vieja linda. Por todo esto vieja linda te mando tu pasaje para que vengas al matrimonio, si, si vieja linda me CASO CON LA MUJER QUE SIEMPRE AME, AMO Y LA AMARE PARA TODA LA VIDA.
P.D. Antuane esta embarazada de 2 meses y creo madre linda que son trillizos. Tu hijo que te quiere mucho. OCTAVIO CALAÑA.
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