Los niños y la lectura en estos tiempos.
Los últimos años muchas voces repiten “los chicos no leen”. ¿Pero es real lo que dicen? Esto es muy relativo y es necesario abrir los ojos y ver más allá de la lectura tradicional.
Pensemos. Los bebés al escuchar las rimas en leguaje materno, las entrañables “NANAS”, inician su camino como oyentes para mas tarde transformarse en lectores. Esta etapa muchas veces se cree únicamente de intercambio de ternura de la madre (o quien se ocupe de la crianza) con el niño. Ahora se sabe que este momento del ser humano, es la base que nos hace tierra fértil para las palabras y su uso.
Sabemos que el juego es la puerta por donde entran los saberes más esenciales, las primeras construcciones mentales, las primeras experiencias, la relación con el cuerpo y el mundo que nos rodea… Y la palabra vuelve a aparecer como un elemento necesario para la comunicación. Los primeros cuentos a la hora de dormir, creando un momento mágico, único entre el niño y su narrador, con el que lo une un lazo afectivo que se fortalece con este gesto de amor. El pedido de repetición del mismo cuento, los ayuda a entender, les da la seguridad de saber lo que vendrá. La magia, la fantasía y la belleza de los cuentos de hadas, abrirán sus propias fantasías, los llevarán de viaje a tantos lugares que sólo con la lectura es posible. Pero también los cuentos, las fábulas, las leyendas los llevarán a enfrentarse con sus propios miedos, permitiendo que la fantasía sea un escape, una salida, un modo de tener esperanzas.
Mas tarde el niño sentirá atracción por determinado género, formato, tipo de personaje…y todo eso es válido. Elegirán cuentos de Princesas o de Brujas, de Piratas o de Duendes. La libertad es el principal impulso que podemos dar a los chicos para generar en ellos el placer de leer. Todo esto es trabajo de la familia y de la escuela. Cada experiencia influye en las personas y es por eso que las estrategias que se complementan por quienes rodean al niño, lo ayudan no sólo a leer para aprender como algo educativo solamente, sino a disfrutar, criticar y elegir sus lecturas.
Volvamos a pensar. ¿Cuando éramos niños, las bibliotecas familiares estaban tan pobladas como las de hoy? Me refiero a las bibliotecas de casas comunes, de personas que mandan a sus hijos a la escuela, que tienen una educación media, con secundario o terciario. Pero también en una casa humilde donde pueden comprar libros económicos, ya que los hay y muy variados.
Estoy segura que el acceso al libro es mayor en la actualidad. Los chicos tienen en la escuela bibliotecas en las que pueden encontrar clásicos y con suerte nuevas ediciones infantiles. Pero en el Shopping, Jugueterías, Librerías, Súper Mercados, Ferias y Exposiciones, están presentes, más que nunca los libros infantiles. Las nuevas técnicas de mercado hacen que la presentación de los libros para chicos sea tan atractiva que es imposible no sentirse seducido a abrir un libro, leer su prólogo, ofrecer a nuestros niños que se zambullan en el mar de letras e imágenes que tienen a la mano. La gran cantidad de oferta, de diferentes sellos editoriales, con propuestas diversas en cuanto a calidad de formatos, texturas, costos, hacen que todos puedan encontrar libros y adquirirlos. La orientación que se brinda en Librerías Especializadas o en Exposiciones y Ferias de distinta importancia, es destacable en esta movida a favor de la lectura. Pero no debemos dejar que sólo el factor estético nos lleve a elegir un libro infantil, debemos mostrar al niño las distintas opciones, leer con ellos unos párrafos, hojear, comentar, regalarles libros. Lo que nos haga bien también a nosotros.
Un poquito más…Todo este crecimiento de la estética, presentación y difusión de los libros, está haciendo que cada vez se vendan en Argentina mas libros infantiles. Es nuestra responsabilidad como adultos, guiar a los niños en libertad. Muchísimos autores trabajan en literatura infantil y juvenil, es importante que busquemos nuevas voces y que no olvidemos a los reconocidos. En este punto mediadores como yo, Maria Fernanda Macimiani, creo que tenemos un papel importante. En mi caso, trabajo hace casi 13 años, promocionando la literatura infantil y juvenil en mi sitio web, boletín y redes sociales. En este tiempo he conocido gran cantidad de “buenos escritores de lij”, dignos de ser leídos y difundidos. Por supuesto que los clásicos deben seguir y seguirán presentes, pero no podemos perdernos las nuevas ideas, las propuestas actuales. Por eso creo que leer las reseñas que ofrecemos a conciencia, destacando las virtudes de cada libro, son elementos útiles para padres y docentes. La cercanía con los autores, también da a los docentes herramientas para interesar a los chicos. Los maestros, encuentran en espacios como el que edito, un banco de información interesante para que sus alumnos conozcan diferentes géneros, autores y culturas. Con este incentivo, las maestras me acercan trabajos producidos en clase para ser publicado en el sector de “Niños escritores”. Trabajos que se han disparado a partir de alguna propuesta como, “Escribir el final del cuento”, escribir sobre “El lugar donde vivo” , etc. Diferentes propuestas que hacemos desde la web. Así logramos no sólo que lean sino que escriban.
Pensando que… Los chicos de hoy, sabemos que son como fueron siempre los niños, pura inocencia, ansias de conocer y descubrir. Es cierto que la gran diferencia con otras generaciones, es la estimulación o sobre estimulación que ellos reciben. El desarrollo de nuevas tecnologías, sumadas a las tradicionales que conviven con la sociedad hace años, los hace objetos de un bombardeo permanente de información. Acá aparece la lectura en pantalla, que no podía quedar afuera de esta nota. Pantallas y pantallitas, por todas partes, distintas tecnologías, juegos, dispositivos de lectura digital, celulares y mucho más, es lo que los chicos manipulan o mejor dicho usan para leer en estos días. Ellos, mejor que nadie captan los intuitivos sistemas de cada uno de estos medios tecnológicos. Es genial que así sea. Creo que es el futuro y el presente. Pero no debemos dar por entendido que esto reemplaza al libro, revista, álbum impreso. Cada cosa tiene su belleza y su beneficio. Creo que se complementarán, que las proporciones variarán pero creo que la lectura, será la “sobreviviente”. Los libros digitales, también están llegando a los niños, de a poco y si es para que ellos se interesen y disfruten, yo los apoyo.
Último pensamiento… Ya sea la lectura en pantalla de una novela, un cuento o de un manual, recetas, cómics, noticias, ya está instalada entre nosotros. Entonces no podemos decir que “los chicos no leen”. Ellos leen. Y es nuestra responsabilidad que encuentren lo que buscan. Que puedan ser críticos y selectivos. Que se animen a leer para conocer nuevos pensamientos, nuevas formas de decir, nuevos formatos, diversos géneros. Sólo así podrán saber que les gusta, que tipo de lectura los hace pasar buenos momentos, tener ganas de seguir leyendo, investigar.
Puedo sugerir que acompañemos a los chicos en este proceso que sólo les abrirá caminos, para que encuentren lo que busquen. No los limitemos. No minimicemos sus lecturas. Seamos respetuosos de sus gustos y elecciones. No es mejor lector quien suma mas libros leídos, a mi entender, es mas valioso quien los disfruta, los entiende, los critica.
Ser feliz, es la meta mas importante en la vida de las personas y un buen camino es que los niños tengan la posibilidad de soñar y sentirse Piratas o Princesas, Hadas o Héroes. En nuestras manos está, el llevarlos a otros mundos lejanos, donde todo es posible, donde hay esperanzas y donde ellos mismos pueden escribir su viaje favorito.
Artículo de Maria Fernanda Macimiani© Publicado en Revista "Ecos de mi voz" marzo 2013
Fernanda@leemeuncuento.com.ar
Autora de cuentos y poemas infantiles. Editora de www.leemeuncuento.com.ar.
Coordinadora de Prensa de AALIJ. Diseñadora Web/Gráfica.