Recuerdos de mi tierra
Aún recuerdo con mi corazón todos los barrios , todas las calles, lugares insignificantes para algunos, pero tan ricos y sabios par mí.
Como no recordar a ese viejecito que todos los días por las calles paseaba con una especie de locomotora humeante llevando sus maníes, sus chupetines en forma de ajíes y manzanitas con rayitas de colores , pero tenía su parada , una esquina , la escuela San Martín , su nombre Constantino, en el parque de dicha escuela solo teníamos una hamaca doble, una calesita y palomitas, hasta éramos capaces de hacer pruebas con ellas y malabarismo. Como no recordar en los diferentes colegios de la ciudad los sobrenombres temidos‚ "El chancho" , "El tuerto", “El chonito", en sus clases debíamos esmerarnos , no movernos demasiados, es que nos preparaban para ser casi perfectos, recuerdo también los profesores que eran forasteros y hacíamos de cuenta que venían desde muy lejos o del exterior, como ese profesor de Instrucción cívica que era locutor en una radio capitalina que solo distaba a 38 kilómetros de nuestra ciudad, quien no estuvo enamorado de ese simpático‚ "Marcelo", recuerdan.
Que paradójicos nuestros recuerdos pasando a lugares y personajes públicos , quien olvidó a “la pastora" que mendigaba por las casas vestida de negro, o acá “la pata de tero" que físicamente no tenía más que unos ojos verdes y se prostituía quizás para darle de comer a sus hijos, pero estábamos educados para marginarlos.
La plaza principal, monumento a los fundadores , primeros colonos llegados a Argentina desde Europa (nuestros antecesores) , enorme como muy pocas del país hermosa , en su monumento donde de pequeños nos hamacábamos en sus cadenas, de mayorcito , queríamos encontrar a nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, leyendo los bronces. La banda de música tocando todos los domingos y deleitando con acordes populares, nadie aplaudía, éramos tan prejuiciosos, tan mentalizados para no hacer el ridículo en público, que lamentablemente no nos permitieron ser nosotros con todas nuestras emociones.
Recuerdos que quiero compartir con mis amigos esperancinos dispersados en el país, que amamos nuestra tierra, que nos vio nacer y crecer, aunque lejos , añoramos y no te olvidaremos nunca ciudad de “Esperanza", primera colonia agrícola del país.
Labrie