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CUENTOS INFANTILES
una tradición que despierta sueños y duerme dolores
El mundo de los cuentos para chicos en tiempos de pantallas táctiles.
Artículo de Maria Fernanda Macimiani©
Hoy más que nunca creo que los cuentos infantiles son elementos mágicos, con el que contamos los adultos para poder compartir con los chicos un momento único, nutrir su fantasía y calmar sus angustias.
En la época de nuestros abuelos, en cualquier parte del mundo, los libros eran el refugio de las palabras, había pocos y se cuidaban mucho. Los libros de cuentos infantiles eran cuentos de hadas, historias de aventuras y leyendas mágicas.
Seguramente cada uno lo vivió diferente, yo puedo contarles que mi madre era parte de una familia numerosa y recuerda aún los cuentos para dormir, infaltables en su infancia. Mi abuela, con un libro en sus manos, su voz dulce y la luz de un farol, les contaba largas historias de piratas y de princesas, cuentos de viajes a mundos lejanos, cuentos clásicos en sus versiones originales, cuentos que los hacían soñar con hadas, héroes y monstruos. Las noches eran el momento de los cuentos. Era el momento del entretenimiento tranquilo que los acompañaba a zambullirse en sus propios sueños. El día traía muchas obligaciones para los niños del campo, llegar a la escuela recorriendo largas distancias a caballo, los juegos al aire libre, las tareas domésticas. Las diferencias con el mundo actual, son increíbles.
Ahora sería imposible nombrar todos los juguetes y juegos, medios de comunicación y tecnológicos que rodean a los chicos. Las costumbres han cambiado, es maravilloso contar con acceso al entretenimiento rápido, virtual o concreto y variado, tener un contacto instantáneo con alguien sin importar las distancias, la rapidez en la información, la comunicación, el juego. Vivimos en una época que no quita el pie del acelerador. Los cambios se dan día a día. Es común que un niño de dos años se adapte a jugar con teclas o acariciando una pantalla, iniciando un camino de respuesta inmediata a todos sus pedidos.
A pesar de tantos cambios para bien y para mal, un niño disfruta como los de antes, del cuento para dormir. Ellos valoran ese vínculo que los une al cuentacuentos de la casa. Al escuchar una historia, todo se detiene para ser parte de otra realidad que no necesita de computadoras o cables o baterías. Yo creo que esa magia se mantiene porque nosotros queremos que así sea.
Los que creemos en los cuentos y en sus bondades, los padres y educadores que damos un lugar importante a la transmisión de esta costumbre tan lejana y necesaria para las personas. Me atrevo a decir que es "vital" mantener esta tradición que despierta sueños y duerme dolores.
Los cuentos infantiles tienen algo especial, muchos padres se lo pierden por no intentar dejar sus obligaciones por un rato, y leer un cuento a sus hijos. Ver sus caras, sentir su agradecimiento y alegría será el mejor pago, aunque no sería raro que descubran que aún disfrutan de los cuentos para chicos tanto como antes... o de modo diferente, ya que un cuento puede llevarnos a nuestra propia infancia, hacernos revivir el niño interior, que tal vez se encuentre adormecido esperando un hada madrina que lo saque del letargo.
Les propongo contar muchos cuentos a los chicos, cuentos que a ustedes les gusten o que crean que serían divertidos o interesantes para sus hijos. No olviden leerles aquellos que los chicos elijan o prefieran. Sin ánimos educativos, sólo con la intención de compartir y disfrutar del mundo de los cuentos, naveguen libres en los cuentos infantiles, los niños serán marineros o capitanes, lo único importante será ese recuerdo, esa marca de fuego en sus almas de niños.
Maria Fernanda Macimiani© - Léeme un Cuento
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